lunes, 26 de abril de 2010

DIEZ POEMAS SOBRE EL REINO

-VI-
¡Azotad los caballos,
dejad que aulle el viento,
vamos a ir hacia otro sitio
porque darse por vencidos
es también darse por muertos!
Vamos ¡De prisa, cochero!
Casi no queda tiempo
- ¿Dónde vamos camarada?
-Derechitos al infierno
-¿Por qué?
-Porque ante el carcelero Pedro
ayer renunciamos al Cielo
¡De prisa caballos, de prisa
que se nos acaba el tiempo!
Roberto d.

sábado, 24 de abril de 2010

DIEZ POEMAS SOBRE EL REINO

-v-
Sí, aunque no lo creas,
por todo el universo
estamos, Pedro,
y si quieres encontrarnos,
encarcelarnos,
golpearnos con tus llaves,
has de abandonar el Reino;
pero antes
te has de preguntar mil veces:
- ¿Me dejará hacer eso Dios,
el dictador supremo?
Roberto D.

domingo, 18 de abril de 2010

DIEZ POEMAS SOBRE EL REINO

IV
¡Adios,
carcelero Pedro!
Nos vamos para otro sitio
porque no nos gusta el Cielo.
Y si alguna vez te cansas
de ser eternamente
el eterno carcelero,
hallarás republicanos
por todo el Universo.
¡Sí! Esos cabrones
que ante tus narices
renunciaron ir al Cielo.
Roberto D.

lunes, 12 de abril de 2010

DIEZ POEMAS SOBRE EL REINO

III
Qué pena que todos
los que habitan en el cielo
sean una manada,
un rebaño de borregos.
Yo, que ya sé las entradas
para pasar al Reino,
también sé en cual de ellas
está el carcelero Pedro.
Me pararé frente a él
y cuando haga tintinear
sus blancas llaves
gritándome:
-¡Lárgate,
maldito republicano!
Me despediré de él
haciéndole un corte de mangas
y a mi vez
le gritaré:
-¡Si para entrar en el Reino
he de ser otro borrego,
lo siento, Pedro,
te regalo todo el Cielo!
Roberto D.

sábado, 10 de abril de 2010

DIEZ POEMAS SOBRE EL REINO

II


Ya estamos en el Reino,

a ver lo que nos dice

el carcelero Pedro.

¡Camaradas, levantaos,

que esa paz que disfrutáis

es una paz controlada!


Todos dormitan la siesta

y nadie vuelve la cara.


¿Es posible que seáis

tan fácilmente carnada

para pescar a otros hombres

que han de perder el alma?


Os está bien empleado

el tener de carcelero

a Pedro, y a Dios,

de dictador supremo;

pero nunca sabréis

el valor de poder ser

de verdad republicano.


Porque vosotros,

vosotros que estáis en el cielo

sois capitalistas,

terratenientes,

financieros,

banqueros,

Dios...

el dictador supremo;

y san Pedro

siempre será

vuestro eterno carcelero...


Roberto D.

miércoles, 7 de abril de 2010

DIEZ POEMAS SOBRE EL REINO
I
Pedro,
el gran carcelero del reino,
hizo tintinear sus llaves
y nos miró malévolamente.
Como siguiéramos allí,
impertérritos,
aguantando su mirada,
gritó destempladamente:
-¡Largaos!
¡Malditos republicanos!
¡Largaos a otra parte
porque en el Reino no entraréis!
Nosotros sonreímos en silencio
despidiéndole
con un corte de mangas.
Después
pregunté a un camarada:
- ¿Por qué Pedro,
el gran carcelero del Reino,
nos echa,
acaso tiene miedo?
- Sí, camarada,
tiene miedo,
él sabe que si entramos
en el Reino
haremos la revolución
para destronar a Dios.
-¿A Dios?-
pregunté
-Sí, a Dios-
me contestó
-, por que Dios en el Reino,
yo lo sé, es el Dictador,
y Pedro,
ministro del interior.
- ¿Y los de dentro -pregunté-
por qué no se revelan?
- Es difícil, camarada,
no tienen noción del tiempo,
se conforman
con que Pedro,
según un decreto ley,
les llame a todos santos.
-Entonces qué esperamos
¡Vamos a entrar en el Reino!
- Espera, camarada,
hay que pasar
cuando llegue la noche.
-Sí, pero...
estando el carcelero Pedro
nunca podremos pasar
por la puerta principal.
- Calla, hombre
¡claro que entraremos!
pero por la puerta de atrás;
y entonces...
que se vayan preparando
el dictador Dios
y el carcelero Pedro,
porque fundaremos en el Reino
la República
¡La República del Reino!
Roberto D.